Los molinos eólicos forman ya parte del paisaje de muchos territorios. Grandes torres con aspas gigantes que sirven para traer energía renovable a todos los hogares. Una energía que se recoge de fuentes naturales, como el viento. Pedro García es el director de Erbi, Energías Renovables del Bierzo, la empresa que está detrás de la instalación de cinco molinos en Villaherreros y otros cinco en Villasarracino.

¿Cuándo comenzó este proyecto?

Empezó, más o menos, hace tres años, en 2018. Conseguí hablar con el Ayuntamiento de Villaherreros a través de otros consistorios de Palencia en los que estábamos haciendo obras. Me facilitaron el teléfono del alcalde, hablamos con él y hubo una disposición para apoyar el proyecto.

Tenemos un medidor colocado cerca de las bodegas de San Pedro, ¿qué función realiza?

Lo colocamos para ver si había recurso o no, y cuando vimos que podía valer comenzamos el proyecto para la tramitación. Este medidor coge datos en continuo a varios niveles para ver si el potencial eólico que hay en la zona es suficiente para que el proyecto sea rentable. Tenemos  uno en Villaherreros y otro en Villasarracino, porque se trata de un trabajo único que abarca dos municipios.

¿Por qué el entorno de las bodegas es apropiado para colocar los molinos?

En una primera visita vimos que era la zona más alta y más favorable para el viento, por eso colocamos ahí el medidor. Además se hacen ensayos con programas específicos que tenemos que, con los datos de viento de una torre, simulan el viento que hay en una zona dependiendo de la orografía.

¿En qué momento se encuentra actualmente?

Está en fase de tramitación. Se ha pasado la información pública previa y ahora están en la elaboración de impacto ambiental. También se dispone ya de punto de conexión en la red de transporte para evacuar la energía y estamos tramitando la línea de evacuación. Este proyecto evacúa junto a otros en los que también estamos trabajando por la zona. Se ha presentado un aval de acuerdo con el Real Decreto para poder solicitar la conexión.

¿De este informe de impacto ambiental depende que el proyecto salga adelante?

Sí, claro. Si dicen que no se caería, pero si el informe de impacto ambiental es favorable el siguiente paso es autorizarlo, presentar el proyecto constructivo y aprobarlo. En paralelo, además, los Ayuntamientos tendrán que solicitar las licencias de obras. A partir de ese momento se podrá empezar a construir.

¿Cuándo se conocerá el resultado?

Estimamos que a lo largo de 2022. Por los plazos que marca el Real Decreto 23/2020, el informe tendría que estar antes del 24 de abril de 2022. Pero puede que amplíen los plazos. Van muy justos y en la administración hay poco personal y pocos recursos para poder sacarlos todos. En todo caso, a lo largo de este 2020 se espera tener las autorizaciones.

¿Cuál es el funcionamiento de los molinos?

Cuando hay aire dan vueltas y generan energía eléctrica a 690 voltios. Tienen un transformador que la eleva a 20.000 o 30.000, dependiendo de cada caso, y se lleva hasta la subestación. En la subestación se eleva la tensión de transporte que conecta con la red de transporte. Después esa energía se vende al sistema, las comercializadoras cogen la energía y se la venden a los consumidores.

¿Qué beneficios tendrá Villaherreros con esta instalación?

Existen beneficios económicos. Nosotros pagamos un canon anual por ocupación de los terrenos donde se colocan los molinos, las zanjas y los viales para llegar hasta ellos. Luego se pagan las licencias de obra en el Ayuntamiento antes de comenzar a construir y después, durante la explotación del proyecto, se paga al Consistorio también el IBI y el IAE que marca la normativa. La instalación eólica genera muchos ingresos, tanto para los propietarios de los terrenos como para los ayuntamientos afectados.

¿Existe alguna desventaja?

Las energías renovables son buenas porque son renovables, pero como cualquier proyecto no dejan de tener aspectos negativos. Tienen impacto ambiental, eso es indudable, pero entendemos que son más las ventajas que las desventajas. Por eso, en la declaración de impacto ambiental se tienen en cuenta todos estos factores. Además se hace un seguimiento durante la fase de explotación para ver si hay algún elemento adicional que no se haya tenido en cuenta en esta declaración.

¿Son ruidosos?

Desde el pueblo no se podrán escuchar. En el informe de impacto ambiental se hace una simulación y tenemos que dejar una distancia concreta con las casas. Desde las bodegas seguramente no. Cuando hay viento, se oye más el viento que los molinos. Entendemos que no va a haber contaminación acústica.